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Estas áreas críticas de biodiversidad albergan más de la mitad de todas las plantas y animales terrestres, al igual que más de 1.8 mil millones de personas que dependen considerablemente de tierras saludables para derivar su sustento y bienestar.
“Los hábitats irreemplazables del Planeta, aquellos que si desaparecen localmente se pierden globalmente, se encuentran principalmente dentro de las áreas críticas de biodiversidad,” declaró Monique Barbut, directora ejecutiva y presidenta de la junta directiva del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. “Esta iniciativa edifica agresivamente las instituciones locales y la capacidad de los países en vía de desarrollo para que manejen y se beneficien de estas áreas de alta prioridad.”
Los fondos se harán disponibles en forma de donaciones para proyectos a ser llevados a cabo por la comunidad no-gubernamental, y organizaciones del sector privado por medio del Fondo de Alianzas para Ecosistemas Críticos, (CEPF), el cual es administrado por CI. En sus siete años de historia, los fondos del CEPF han hecho posible la protección de tierras conmensurables a un área del tamaño de Portugal.
Los nuevos fondos elevan el compromiso total del Fondo para el Medio Ambiente Mundial con el CEPF a $45 millones de dólares. Los dineros proceden de contribuciones aunadas de CI y los otros líderes globales que participan en la alianza para crear un fondo en pro de la biodiversidad que acopla la pericia con los recursos para salvaguardar efectivamente áreas críticas. Los otros socios son La Agencia Francesa para el Desarrollo, el Gobierno del Japón, la Fundación John D. and Catherine MacArthur y el Banco Mundial.
“Todas las especies y sus hábitats son importantes,” declaró Warren Evans, el Director para el Medio Ambiente del Banco Mundial. “Pero algunas áreas han sido dotadas con mayor riqueza que otras. Estos nuevos fondos nos ayudarán a seguir encontrando soluciones que le permitan a las personas pobres dentro de estas áreas críticas tener una mejor forma de vida y a la misma vez conservar la biodiversidad sobre la cual depende su supervivencia a largo plazo.”
Las áreas críticas de biodiversidad donde los proyectos serán instaurados incluyen frágiles ecosistemas insulares en remotas naciones insulares del Pacífico en Micronesia, Polinesia y Fiji, al igual que los diversos paisajes de las islas caribeñas y la cuenca del Mediterráneo. Los bosques a lo largo de la costa oriental de África del sur, que albergan la diversidad más alta de especies de árboles de cualquier otro bosque de zona templada en el planeta, también se beneficiarán.
Por lo menos 10 sitios críticos recibirán fondos del CEPF por primera vez, y las becas también ayudarán a consolidar ganancias alcanzadas en otros sitios críticos que ya han recibido inversiones previas del CEPF.
“Estos nuevos fondos representan una oportunidad importante para aumentar progresivamente los esfuerzos de conservación y lograr efectuar una diferencia donde es más importante,” declaró Jorgen Thomsen, director ejecutivo del CEPF y vicepresidente de CI.
La estrategia del CEPF que consiste en capacitar a los socios no-gubernamentales para que participen y se beneficien de los esfuerzos de conservación dentro de las áreas críticas de biodiversidad ha probado ser altamente exitosa. El apoyo del CEPF a más de 1,200 grupos de la sociedad civil en África, Asia y Latinoamérica ha capacitado a estos socios a proteger más de 24 millones de acres (10 millones de hectáreas) en los sitios más importantes para la conservación en influir sobre las políticas en decenas de países.
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